Que nunca podrás saber si en realidad ya lo tienes...
La frase "tú puedes hacer lo que te propongas" es cierta. Pero con un matiz. O quizá muchos más.
Tú puedes hacer lo que te propongas siempre que sepas lo que quieres y además quieras hacerlo.
Parece un juego de palabras, pero no es sólo eso.
Y ahora me dirás: "No sé lo que quiero pero si sé lo que no quiero". ¡He oído esta frase tantas veces! Pues con tu permiso te diré algo: saber lo que no quieres sólo te lleva a tener más de aquello "que no quieres".
En realidad, no saber lo que uno quiere tampoco es para alarmarse. No hay porque saberlo todo siempre con tanta claridad.
Así pues, mientras decides si quieres contestar a la pregunta ¿Qué es lo que quiero realmente? "disfruta de no saber", porque ese no es el "problema".
El verdadero "problema" es resistirse a saber qué es lo que se quiere.
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